martes, 2 de junio de 2015

Artur Mas y el síndrome de la ventana rota

*Por Ángel Rico
.
Cuando en 1969, el profesor Zimbardo, de la Universidad de Stanford, realizó el experimento que, con el tiempo, pasó a denominarse “el síndrome de la ventana rota” no sabía que décadas más tarde, la sonrisa insultante de un político secesionista catalán, confirmaría el principio sociológico de aquella tesis.
.
Procede recordar que el “síndrome de la ventana rota” se demostró cuando Zimbardo, planificó: --Dejar abandonados en la calle, dos automóviles idénticos, de la misma marca, modelo y color. Uno se dejó en el Bronx; en aquel tiempo, una de las zonas más pobres y conflictivas de Nueva York; y el otro en Palo Alto, una de las zonas más selectas y adineradas de California.
.
El automóvil abandonado en el Bronx, tardó poco en ser desguazado. En poco tiempo, fue víctima del vandalismo  al desaparecerle las ruedas, los asientos, el motor, etc. En cambio, el coche abandonado en Palo Alto se mantenía intacto.
.
Los analistas pensaron atribuir ese desenlace a la causa efecto, provocada por el lugar donde se dejaron los vehículos. Sin embargo los investigadores rompieron un cristal del automóvil de Palo Alto; descubriendo que la ventana rota,  produjo  unos resultados similares al del Bronx; el vehículo fue, en pocos días, desguazado por completo, víctima del robo y el vandalismo, con un final similar al estado en que había quedado el otro.
.
Evidenciándose que: --un cristal roto en un coche abandonado transmite una imagen de deterioro, desinterés y despreocupación, trasladando la idea de ausencia de ley, de normas, de reglas y donde todo vale. Cada nuevo pequeño destrozo que sufría el vehículo sin que sucediera nada, reafirmaba esa idea; hasta que la escalada de ilegalidades llegó a desembocar en la una violencia irracional, porque un cristal roto en un coche abandonado transmite la imagen de deterioro, de desinterés, despreocupación y de ausencia de legalidad--.
.
Mas tarde los profesores George Kelling y James Q. Wilson, desarrollaron la “Teoría de la ventana rota” concluyendo que, desde el punto de vista criminológico, el delito es mayor en las zonas (o territorios) de mayor descuido, suciedad o desorden. Si una comunidad ciudadana (o edificio) muestra signos de deterioro y eso no le importa a nadie, ahí se generará una serie de precedentes propicios para el delito. Cuando se cometen pequeñas faltas y no son sancionadas, pronto aparecerán delitos mas graves.
.
Estas ideas fueron aplicadas, de forma general, en el metro de Nueva York, en los años ochenta y, en 1994, en la política de “Tolerancia Cero” del alcalde Rudolph Giuliani.
.
La filosofía general de la “ventana rota” se ha podido demostrar en Cataluña, cuando al incumplir leyes, como el derecho a estudiar en español; la ley de banderas; ley de estabilidad presupuestaria; el incumplimiento de las sentencias de los tribunales, incluyendo sentencias del Supremo y Constitucional; animó a los delincuentes a saltarse la Constitución,  convocando referéndums ilegales y como ha demostrado la, insultante, sonrisa de Artur Mas si es preciso a insultar, estando de cuerpo presente, al Jefe del Estado en representación del resto de españoles.
.
Del “síndrome de la ventana rota” en Cataluña no solo son responsables los delincuentes que, además, en ese territorio, son los representantes del Estado en el que no creen, y quien les otorga la representatividad, de la que no son merecedores. Cada vez que, en Cataluña, se incumplía un apartado de la Constitución que recoge la primacía de la Ley, y el Gobierno del Estado no hacía nada, se estaba siendo cómplice, en la rotura de otro cristal del Estado de Derecho, en Cataluña.
.
El ridículo acuerdo de la Comisión Antiviolencia, de --remitir toda la información disponible sobre la pitada al Himno Nacional a la Fiscalía General del Estado, a fin de que evalúe “la trascendencia penal” de los hechos— es, otro ejemplo de que el Gobierno de España, forma parte del problema. Si Mariano Rajoy (un servidor se acoge al artículo 20 de la Constitución, y hago uso de mi Derecho a la Libertad de Expresión) no fuera tan cobardón, habría enviado a un equipo –mezcla entre The Untouchables (Los intocables de Eliot Ness) y Dirty Harry (Harry, el sucio)— a Cataluña, con el encargo de que la Ley se aplicase en todos aquellos lugares que la incumplen, y donde se regodean de tales incumplimientos.
.
El “síndrome de la ventana rota” está tan arraigado en el “establishment” de Cataluña que, la alcaldable a Barcelona, Ada (sin hache) Colau, se permite decir “desobedeceremos las leyes que nos parezcan injustas “. Demostrando que es indiscutible que: --cuando, en un territorio, se permiten actitudes de falta de respeto a la Ley como algo normal en la ciudadanía, su patrón de conducta será cada vez de mayor fanatismo y, en el caso de que lleguen a ostentar un cargo público, harán de modo casi natural cosas mucho más graves. En Cataluña, se evidencia lo que dijo Solón: --Aprenderás a gobernar, después de aprender a ser gobernado--
.
…He dicho!
.
*Es Presidente del Instituto Hispano Luso

No hay comentarios:

Publicar un comentario